Hoy Grecia llora
y por suerte
de alegría.
Llamémoslo esperanza,
o la austeridad
en camino a desvanecerse.
Un soplo de aire libre
de manos limpias
han recorrido las calles de Atenas.
Mientras aquí,
algunos le rezan y se arrodillan
ante un Dios que nunca supo partirles la cara
ante sus injurias y corrupciones,
son aquellos ingenuos que quisieron ser héroes
y se acabaron conviertiendo en los más viles villanos.
Si,
ellos rezan
para que ese soplo de aire libre
no llegue hasta sus raíces,
no llegue hasa su falsa democracia,
no llegue a su teatro lleno de drama.
Y mientras,
en las calles de ese país
que tanto dicen adorar,
lloran quienes merecen más
que un simple "mejorará"
"todo va ir bien".
Necesitan ver un AHORA,
un todo YA va bien.
Así que,
que les jodan
y que ojalá
el reloj del cambio se escuche pronto en España.