Junté azul
cielo
rojo
infierno
y ahora sólo queda
la sombra morada
que desprendían
mis ojos
antes del desalojo.
Sin huída
sin frenos
con fantasmas
miedos.
Tengo un ataque de psicosis cuando no me gritas.
Tengo un ser esquizofrénico pataleando mi cerebro desde que acabé
sin miedo
y sintiendo
condenando a la tristeza
bajo tierra.
Y ahora
estoy bailando
con la libertad
rozando con los dedos un viento que sopla gris.
Salto.
Mírame,
ya no soy todo lo que fui.
Ahora pintaré de morado todos los huecos que dejaron tus letras antes de que empezaras a dormir y no despertaras nunca más con mi nombre en tu hocico.
Guau.
Deja de ladrar
ya no puedo oírte,
ahora escucho unas ondas
que tu infelicidad
jamás alcanzará a entender.
Respiro.
Estoy llena de aire limpio
y tú
ya no ensucias mis poemas.
Mira cómo vuelo.
Tápate los ojos ante todo lo que jamás me verás escalar.
Ya nunca volverás a verme dibujar constelaciones en tu espalda.
Porque he encontrado mi propio cielo
mi propia estrella
luna
sol
tierra.
Yo.
Me he encontrado y hoy me siento guapa,
me beso la nariz frente al espejo y me canto una canción de la infancia que me quiere más de lo que nunca había sido capaz de besar.
Mira, tengo una risita
y te invito a compartirla conmigo.
Solo te pido que le bailes con la osadía que desprende un amanecer morado que no esperas.
Pero que vendrá
amor
vendrá.