miércoles, 29 de enero de 2014

No necesito un pretexto para buscarte y finalmente encontrarte,
porque todos mis versos hablan de ti y sería imposible dejar de esperarte.

Y aunque aún no te hayas dado cuenta soy.
Y soy por ti.
Y tú y yo,
somos la primera persona del plural.

Somos cada beso robado en un semáforo en rojo
somos cada vez que te tiro de la cama
y acabamos los dos en el suelo.
Somos mis ganas de robarle a los otoños
las mañanas
y las tuyas de robarle las horas al verano.
Somos botellas vacías que consiguieron llenarse.
Somos la gota que nunca colma el vaso.
Somos el verbo querer y tú mis 27 letras del abecedario.
Somos lo que el tiempo nos deja ser
somos lo que nunca olvidaremos.

Somos cada te quiero dicho
y cada te odio mal pensado.
Somos tus ganas de tenerme
y las mías de que me hagas tuya.

Somos tus sábanas mojadas
y mi lado favorito de la cama.

Somos y seremos
lo que queramos ser
pero seamoslo juntos
y nunca dejes de buscarme
porque siempre estaré para encontrarte.

miércoles, 22 de enero de 2014

Llevaba toda mi vida esperándote.

Oye tú,
he encontrado la respuesta
a todas tus preguntas
a esa de qué he estado haciendo toda mi vida
sin estar contigo.

He estado agarrada de manos
cobardes
valientes
soñadoras
pero sobretodo
mentirosas.

Manos de esas que te hacen fuerte
pero no para siempre
que te hacen creer en la dulzura
pero solo te devuelven recuerdos amargos
como el café
ese con el que pienso
despertarte cada mañana
acariciandote
y con suerte
mordiendote cada pedacito de ti
para adelantar el desayuno.

Y bueno
eso, que
vengo a decirte
que ya no tengo cobardes donde agarrarme
ni ganas
pero te tengo a ti
tengo tus manos
tengo tus cosquillas en tu pie izquierdo
tengo el placer
de contarte
los besos
las caricias
los orgasmos
y los buenos días.

Así que aunque a veces
vienes
te vas
siempre vuelves.

Y yo siempre tendré un hueco
en el lado derecho de mi cama
ese que da a la pared
y hará que nunca te caigas.

Posdata: Esta es mi respuesta,
sin ti
he estado toda mi vida
esperándote
y ahora que el reloj se ha parado
no vuelvas a ponerlo en hora
que contigo me faltan
segundos
minutos
horas
días
y vidas enteras
para contarte que te quiero
como a nadie más,
amor.

martes, 21 de enero de 2014

Se me acumula el otoño si te pienso.

Puedo comerme tus dudas
si me dejas acariciarte.
Puedo ser contigo
si tú lo eres conmigo.
Puedo ser tu mitad
si me dejas completarte,
amor.

Así que dejame recorrerte
y déjame seguir(te)
leyendo
en papel
o en cada poro de tu piel.

Que si pienso en ti
se me acumulan los otoños
y me huele a primavera.

lunes, 20 de enero de 2014

A mi querido tío, que el cáncer a veces mata, pero a ti no.

He visto a las calles de Madrid
enmudecerse cuando pasas,
he visto la salida al final del túnel
y cómo volvían a cerrarla.

Te he visto ser grande
y a la vez pequeño,
te he visto riendo
a pesar de las vistas.

Te he oído quejarte
por el color de los árboles
desde tu ventana,
te he oído ser negativo
y otras mil veces positivo.

He creído en los de las batas blancas
y he visto como a veces
ni ellos saben lo que hace falta.

He visto a papá
no dormir por las noches
y he visto a mamá
no saber cómo animarle.

He viajado a Madrid
y los árboles no sonríen como antes
desde que tú tampoco lo haces.

He conocido el dolor por ti
de un padre,
de una esposa,
de dos hijas,
el dolor de un hermano,
y bueno,
en parte
a mi manera
el de una sobrina.

Y esa soy yo,
la que ahora escribe esto.

La que dice
que no todos los héroes
llevan capa,
porque tú no la llevas
pero has luchado como si la tuvieras.

Porque no bajas los brazos
porque sigues sonriendo
a pesar de la rutina
de los días sin final.

Gracias,
por seguir luchando tío,
que ahora veo la salida
y la cura,
más cerca que nunca.








domingo, 19 de enero de 2014

Domingo.

Esto es,
lo que yo llamo verdaderamente amor.

Como cuando prefieres pillarte de sus manías
que pillarte de cada una de sus perfecciones,
como si todas sus manías anteriores no lo fueran.

Como cuando creo que eres la cara B de mi vida
mi segunda parte
y la última.

Como cuando creo que sera así,
como un domingo más,
como hoy.

Como un domingo cualquiera,
me llamarás,
me darás una rosa,
el diario de tu vida,
mis libros amarillos,
y mi locura de estar en todas partes
contigo.

Y ahí, entonces
sabrás lo que es verdaderamente amor
o lo que tú
almenos
eres para mi.

Y lo que yo,
almenos
intento ser para ti.

Escribir, como forma de vida.

Que aquí estoy, que seguiré estando y seguiré escribiendo hasta quedar sin latidos, hasta quedar sin motivos. Escribiré por siempre aunque todo se haya perdido y no se encuentren más sentidos, escribire con lo que queda y con lo que sobra, escribir porque me duele, escribiré porque me encanta, escribiré por ti y por el amor, escribiré por ellos y por el dolor, escribiré porque en esta vida hay que ser adicto a algo, hay que tener algún vicio, y mi vicio (a parte de ti) es este bolígrafo casi sin tinta y este papel sin heridas.

sábado, 18 de enero de 2014

Me quedé sin contras.

Anoche me puse a pensar en los pros y los contras de tenerte.
Pensé en tus caricias.
Pensé en cómo me encanta mirarte cuando te quedas dormido.
Pensé en las mañanas y en tus buenos días.
Pensé tus manías que no puedo dejar de querer.
Pensé en el sol y en la luna, y ninguno se acerca lo más mínimo a tí.
Pensé en quererte y en no dejar de hacerlo nunca.
Pensé en mi pasado y fuiste mi futuro.
Pero también en mi presente, contigo.
Pensé en tus abrazos y en cómo son mi abrigo.
Pensé en regalarte cada suspiro, sin darme cuenta de que ya lo hago.

Así que pensé,
y me quedé con los pros,
pero no encontré los contras.

jueves, 16 de enero de 2014

Eres como ese verso olvidado
o no.

Ese que nunca dejaré de escribir,
pero que tampoco dejaré de pensar en.

Como cuando en la radio se oye mal mi canción favorita,
pero no puedo evitar cantarla.

Como si te hubieras ido,
dejandolo todo conmigo.

sábado, 4 de enero de 2014

La consecuencia, el antecedente, y el punto y seguido del final feliz.

"Que la vía se termina y se separan nuestras vidas,
me encantó viajar contigo."

Y si, se separaron.
Quizá ya no seamos.
O no seamos juntos,
pero sí por separado.

Quizá te quise como a nadie,
pero me arrasaste,
acabaste con todo lo que antes había conocido como felicidad.

Por eso te llamo huracán,
porque eres así,
o así fuiste conmigo.

A veces he llegado a echarte de menos, he llegado a añorar tus buenos días tonta, tus riñas, tus celos, y tus abrazos

Pero ¿sabes? lo mejor no eras tú, no.
Lo mejor estaba por llegar, porque dicen que después de la tormenta viene la calma,
y tú fuiste la mayor tempestad que nunca antes había arrasado a mi corazón.

Y vino la calma, vino él.
Que no es solo la calma en sí,
me calma a mí,
y me ha hecho volver a creer.

En el amor no,
ya no creo en el amor,
pero creo en él,
y créeme que eso es mucho mejor.

Y aunque nunca vayas a leer esto, te escribo.
Porque doliste, y en realidad,
a veces,
aún dueles.

Pero alguien me calma,
y ese alguien es la clase de ser imperfecto que cree en el destino y en mi, como si fueramos lo mismo.
Y a veces,
creo que lo somos.
Pero al revés, como si me mirara al espejo y viera algo que no soy.
Pero tampoco dejo de serlo, como si esa parte de mi fuera la que él crea cuando me quiere,
como si las cosas pudieran ser para siempre.

Él es,
en parte,
en lo que queda,
en lo que falta
y en lo que sobra,
es y será,
la primera letra del abecedario,
o la última.

Es esa canción que se te queda en la cabeza,
ese número de la suerte,
o un martes trece;
él es la consecuencia,
el antecedente,
y el punto y seguido del final feliz.

Así que aquí te escribo, para que sepas que como me dijiste que nunca encontraría a alguien como tú, te lo confirmo.

Porque no es como tú, es mucho mejor.