¿Qué es eso de lo que tanto y tantos hablan?
Eso que desde pequeños, nos enseñaron como algo fuera de lo normal, y a la vez increíble.
Quizá muchas personas sean magia en si, aunque no todos seamos magos.
Quizá es que si no crees en la magia, nunca podrás llegar a encontrarla.
O quizá es que cada uno, tenemos un concepto de magia distinto.
Yo, creo en la magia.
Y creo en ti.
Creo en que no puede ser normal
verte reír después de querer morirte cuando algo sale mal.
Creo que no puede ser normal
tenerte pegado a mi espalda y que cada vez que no me besas,
te sienta tan lejos.
Tan cerca y a la vez tan lejos, ¿típico, no? Yo lo llamo magia.
Puede que para ti, magia sea la ilusión de esperar los regalos de navidad.
O que para ti, sea ver la complicidad entre dos jugadores hasta llegar al gol.
Y que para ti, magia sea hacer desaparecer un conejo debajo de una manta.
O incluso ver cantar a tu artista favorito, para ti sea magia.
Pero para mi... magia es verte amanecer cada mañana.
Es esconderme entre tus sábanas hasta que vayas a mi encuentro.
Es cada vez que duermo, y me miras de reojo.
Es observarte cómo doblas las camisetas cuando decides no ponértelas.
Es caminar de tu mano y quejarme si no me agarras fuerte.
Es verte salir de la ducha y que me mojes con tu pelo.
Es verte tener hambre hasta llenarte y que aún así digas que sigues queriendo comerme.
Es saber en que punto de tu lado izquierdo tengo que tocarte para que te mueras de cosquillas.
Es llevarte la contraria todas las veces que dices que me quieres más.
Es... tu vida.
Magia es mi vida, desde que tú entraste en ella.
Quizá es verdad, eso de que la verdadera magia radica en eso que involuntariamente provocamos.
Y es que tío, tu risa es magia en mis oídos.
Por eso, involuntariamente te quiero.
Así que si me preguntan por la magia, la definiré con tu nombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario