y se asoman mirando al mundo con un gesto frío como su sangre
mientras la mañana llega
y "su país"
sigue igual.
Y no,
no verán sus bolsillos deshacerse por hacer más felices otros
aunque fusilen sus ideas
y hagan encender revólveres
ellos seguirán vis a vis con la lujuria
y nosotros con más manos juntas.
Porque hoy he visto a un niño sonreír
y parecía que no tenía ni un motivo para vivir
y ¿sabéis?
esperanza.
Hoy he sabido que corre esperanza,
hoy corren mareas del nunca es tarde,
de revolución.
Y nosotros no tenemos nada que perder...
tic tac, cambio.
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