viernes, 5 de diciembre de 2014

Salvavidas.

 No se puede empezar un poema
o un intento de ello
diciendo que no se sabe algo
o sí
Pero nadie conoce los límites
de este desastre en forma de papel
y lágrimas.

No me dí cuenta nunca de que abandonarte a tí
Iba a significar hacerme esto a mí.

Ni si quiera una canción tan desesperada como la de Neruda sabría definírmelo,
sabría recomponer cada costilla rota
por la presión a mis pulmones amenazando al corazón
que quería dejar de latir.

Que fuimos supervivientes de romA
pero que en mi permanecen las secuelas
que las ruinas se esconden detrás de cada gesto
y que ya no queda antídoto para tanto desastre.

Pero sí poesía,
poesía y poetas naufragando a la deriva 
sin rumbo
pero con salvavidas.

Aunque si pudiera darte el mío...

olvídalo
ya sabes la respuesta.


miércoles, 11 de junio de 2014

Y yo siempre he sido de elegir la poesía.

De pronto digo basta y estoy sola, el pelo triste y despeinado, la vida no deja de asustarme de abrirme la garganta el corazón y rebelarme.

Busco, no me encuentro las veces que estoy. Viva.


De pronto digo hasta aquí

y encuentro las prioridades
como elegir
entre aquellos zapatos que quería
o invertir en un nuevo libro de poesía,
como elegir
entre ver reír a quien te hizo llorar
o invertir en otro libro de poesía.

Ríete de mi nostalgia

de mi cuerpo
de mis huellas
pero nunca de mi presente
porque siempre he sido de elegir la poesía,
de preferir a quién se corre por mis bragas
a quien se corre por correr mi rimmel.

Así que ya ves

tu tiempo dulce
mi tiempo amargo
se volvieron invisibles 
con las manecillas del reloj.

Y es que desde que tú no estás,

yo no.
Yo no he vuelto a dormir con las sábanas mojadas
-de lágrimas-
sí de restos de quién quiso
y pudo
cuando tú no.

Alguien dijo una vez

que "como las cosas vinieron
así las dejamos
porque las cosas en estado puro
y salvaje
son más como nosotros."

Llámame loca

pero lo eterno duele
pero no quema
y yo siempre he sido de elegir la poesía.


sábado, 22 de marzo de 2014

He llegado a un momento en el que me da igual como mirar la vida
como escribir(te) los días
que aún no tenemos contados para pasarlos de la mano.
Que me da igual si te define la poesía o si te lo hago en prosa, que tú eres la literatura mejor contada
la que te engancha como la más pura heroína y no puedes parar de leer.

Que tú eres esa historia, ese libro aún sin final
y esa página tras página en la que todos mis capítulos se llenan con todo aquello que otros me vacían y tú no paras de regalarme.

Ámame, bébeme, enamórame, fóllame, abrázame, bésame, agárrame
pero hazlo en cuerpo y alma, que te estoy regalando mis versos
y créeme joder
que eso es lo que más me devuelve las alas
(después de ti).

miércoles, 5 de marzo de 2014

Ese tren que nunca pasa porque ya se ha quedado.

Creo que he empezado a odiarte
y a odiarme
quizá por la manera en que me miras
o en la que has conseguido que dependa de ti.

Ya no sé caminar hacia atrás
tampoco hacia adelante
si no es de tu mano.

Y es que te has parado en mi estación como si fueras el tren más veloz
y el más valiente
que se ha quedado para siempre
en mi estación rota para recomponerla vagón a vagón.

Me has llenado como a la luna llena joder,
que ya no distingo el día de la noche cuando miro el cielo desde tu cama y
que cerca está cuando me besas.

El miedo a perderte se ha quedado a vivir en mi almohada pero eh
tu quédate
quédate para siempre.

martes, 4 de marzo de 2014

Pasado.

Y nos quedamos sin recuerdos
y también sin los olvidos que un día me buscaste
y después me regalaste.

Te perdiste
para ser conmigo un desconocido
para ser un granito de arena en mi montón de fracaso.

Los miedos ya no se van pero tampoco han vuelto
es que nunca se han ido
y siguen sabiendo a tus suspiros
o a la luna que ya no nos brilla encima desde que caí desde la cima de tu costilla y tu clavícula izquierda
desde que el placer me lo regalan otros
y desde que ya no me pierdo las miradas porque tú tenías tantas que ya no creo ni en las mías en el espejo,
porque él también me miente.

Ya no soy capaz de subrayar las palabras bonitas porque tú no me las regalas y quizá aún no me haya dado cuenta de que nunca lo hiciste
y es que joder, cómo doliste.


domingo, 23 de febrero de 2014

Solo veré el vacío si no te encuentro.

Quizá ya no quedan ni los restos de lo que algún día fui y
quizá quisiera abandonarlo todo al pensar que ya te fuiste.
Quizá las calles están cansadas de llorar y arrastrar cada gota de lluvia sin nosotros pisando los charcos de dos en dos y mirando envidiando a los niños correr
pisandolos sin saber que algún día fueron nuestros
y que hace tiempo que un huracán llamado (des)amor los arrastró.

Como a nosotros.

Quizá nos rompimos como aquel 14 de febrero en el que el amor comenzó a tener precio
o como aquel papel vacío en el que ya no habían palabras.

Quizá eres eso
un papel en blanco
con palabras vacías
y un montón de recuerdos.

Ahora sé que el infierno se parece al invierno sin ti y
que solo veré el vacío
si no te encuentro.

martes, 18 de febrero de 2014

Y que antes escribía con tinta de por medio
y es que antes no tenía tu cuerpo para redefinir la palabra poesía
con cada ondulación de tu pelo
ni cada caricia
para contarte que en tu espalda se han escrito los versos más bonitos que jamás tus oídos hayan escuchado.

Y ahora lo entiendo todo (contigo).

miércoles, 12 de febrero de 2014

Y alguna vez quizá encuentre el motivo y las mil y una razones que me quedan para mantenerme a flote así
con una sonrisa.

Pero y tantas veces olvido los motivos para mantenerla
que se pierden más que yo entre tus sábanas
que me consumen más que un cigarro en la boca de algún poeta buscando sus versos en una noche de este frío invierno
y que me rompen cual vaso roto después de una caída involuntaria.

Y es que parece mentira la cantidad de veces que se me olvida sonreír,
que se me olvida querer
olvidar, curar y
avanzar.

Pero de esto se trata y no hay más
ya solo me queda pensar
en ese folio en blanco que nunca escribiré
en ese bolígrafo sin tinta
y en un corazón sin heridas
(ojalá).

miércoles, 29 de enero de 2014

No necesito un pretexto para buscarte y finalmente encontrarte,
porque todos mis versos hablan de ti y sería imposible dejar de esperarte.

Y aunque aún no te hayas dado cuenta soy.
Y soy por ti.
Y tú y yo,
somos la primera persona del plural.

Somos cada beso robado en un semáforo en rojo
somos cada vez que te tiro de la cama
y acabamos los dos en el suelo.
Somos mis ganas de robarle a los otoños
las mañanas
y las tuyas de robarle las horas al verano.
Somos botellas vacías que consiguieron llenarse.
Somos la gota que nunca colma el vaso.
Somos el verbo querer y tú mis 27 letras del abecedario.
Somos lo que el tiempo nos deja ser
somos lo que nunca olvidaremos.

Somos cada te quiero dicho
y cada te odio mal pensado.
Somos tus ganas de tenerme
y las mías de que me hagas tuya.

Somos tus sábanas mojadas
y mi lado favorito de la cama.

Somos y seremos
lo que queramos ser
pero seamoslo juntos
y nunca dejes de buscarme
porque siempre estaré para encontrarte.

miércoles, 22 de enero de 2014

Llevaba toda mi vida esperándote.

Oye tú,
he encontrado la respuesta
a todas tus preguntas
a esa de qué he estado haciendo toda mi vida
sin estar contigo.

He estado agarrada de manos
cobardes
valientes
soñadoras
pero sobretodo
mentirosas.

Manos de esas que te hacen fuerte
pero no para siempre
que te hacen creer en la dulzura
pero solo te devuelven recuerdos amargos
como el café
ese con el que pienso
despertarte cada mañana
acariciandote
y con suerte
mordiendote cada pedacito de ti
para adelantar el desayuno.

Y bueno
eso, que
vengo a decirte
que ya no tengo cobardes donde agarrarme
ni ganas
pero te tengo a ti
tengo tus manos
tengo tus cosquillas en tu pie izquierdo
tengo el placer
de contarte
los besos
las caricias
los orgasmos
y los buenos días.

Así que aunque a veces
vienes
te vas
siempre vuelves.

Y yo siempre tendré un hueco
en el lado derecho de mi cama
ese que da a la pared
y hará que nunca te caigas.

Posdata: Esta es mi respuesta,
sin ti
he estado toda mi vida
esperándote
y ahora que el reloj se ha parado
no vuelvas a ponerlo en hora
que contigo me faltan
segundos
minutos
horas
días
y vidas enteras
para contarte que te quiero
como a nadie más,
amor.

martes, 21 de enero de 2014

Se me acumula el otoño si te pienso.

Puedo comerme tus dudas
si me dejas acariciarte.
Puedo ser contigo
si tú lo eres conmigo.
Puedo ser tu mitad
si me dejas completarte,
amor.

Así que dejame recorrerte
y déjame seguir(te)
leyendo
en papel
o en cada poro de tu piel.

Que si pienso en ti
se me acumulan los otoños
y me huele a primavera.

lunes, 20 de enero de 2014

A mi querido tío, que el cáncer a veces mata, pero a ti no.

He visto a las calles de Madrid
enmudecerse cuando pasas,
he visto la salida al final del túnel
y cómo volvían a cerrarla.

Te he visto ser grande
y a la vez pequeño,
te he visto riendo
a pesar de las vistas.

Te he oído quejarte
por el color de los árboles
desde tu ventana,
te he oído ser negativo
y otras mil veces positivo.

He creído en los de las batas blancas
y he visto como a veces
ni ellos saben lo que hace falta.

He visto a papá
no dormir por las noches
y he visto a mamá
no saber cómo animarle.

He viajado a Madrid
y los árboles no sonríen como antes
desde que tú tampoco lo haces.

He conocido el dolor por ti
de un padre,
de una esposa,
de dos hijas,
el dolor de un hermano,
y bueno,
en parte
a mi manera
el de una sobrina.

Y esa soy yo,
la que ahora escribe esto.

La que dice
que no todos los héroes
llevan capa,
porque tú no la llevas
pero has luchado como si la tuvieras.

Porque no bajas los brazos
porque sigues sonriendo
a pesar de la rutina
de los días sin final.

Gracias,
por seguir luchando tío,
que ahora veo la salida
y la cura,
más cerca que nunca.








domingo, 19 de enero de 2014

Domingo.

Esto es,
lo que yo llamo verdaderamente amor.

Como cuando prefieres pillarte de sus manías
que pillarte de cada una de sus perfecciones,
como si todas sus manías anteriores no lo fueran.

Como cuando creo que eres la cara B de mi vida
mi segunda parte
y la última.

Como cuando creo que sera así,
como un domingo más,
como hoy.

Como un domingo cualquiera,
me llamarás,
me darás una rosa,
el diario de tu vida,
mis libros amarillos,
y mi locura de estar en todas partes
contigo.

Y ahí, entonces
sabrás lo que es verdaderamente amor
o lo que tú
almenos
eres para mi.

Y lo que yo,
almenos
intento ser para ti.

Escribir, como forma de vida.

Que aquí estoy, que seguiré estando y seguiré escribiendo hasta quedar sin latidos, hasta quedar sin motivos. Escribiré por siempre aunque todo se haya perdido y no se encuentren más sentidos, escribire con lo que queda y con lo que sobra, escribir porque me duele, escribiré porque me encanta, escribiré por ti y por el amor, escribiré por ellos y por el dolor, escribiré porque en esta vida hay que ser adicto a algo, hay que tener algún vicio, y mi vicio (a parte de ti) es este bolígrafo casi sin tinta y este papel sin heridas.

sábado, 18 de enero de 2014

Me quedé sin contras.

Anoche me puse a pensar en los pros y los contras de tenerte.
Pensé en tus caricias.
Pensé en cómo me encanta mirarte cuando te quedas dormido.
Pensé en las mañanas y en tus buenos días.
Pensé tus manías que no puedo dejar de querer.
Pensé en el sol y en la luna, y ninguno se acerca lo más mínimo a tí.
Pensé en quererte y en no dejar de hacerlo nunca.
Pensé en mi pasado y fuiste mi futuro.
Pero también en mi presente, contigo.
Pensé en tus abrazos y en cómo son mi abrigo.
Pensé en regalarte cada suspiro, sin darme cuenta de que ya lo hago.

Así que pensé,
y me quedé con los pros,
pero no encontré los contras.

jueves, 16 de enero de 2014

Eres como ese verso olvidado
o no.

Ese que nunca dejaré de escribir,
pero que tampoco dejaré de pensar en.

Como cuando en la radio se oye mal mi canción favorita,
pero no puedo evitar cantarla.

Como si te hubieras ido,
dejandolo todo conmigo.

sábado, 4 de enero de 2014

La consecuencia, el antecedente, y el punto y seguido del final feliz.

"Que la vía se termina y se separan nuestras vidas,
me encantó viajar contigo."

Y si, se separaron.
Quizá ya no seamos.
O no seamos juntos,
pero sí por separado.

Quizá te quise como a nadie,
pero me arrasaste,
acabaste con todo lo que antes había conocido como felicidad.

Por eso te llamo huracán,
porque eres así,
o así fuiste conmigo.

A veces he llegado a echarte de menos, he llegado a añorar tus buenos días tonta, tus riñas, tus celos, y tus abrazos

Pero ¿sabes? lo mejor no eras tú, no.
Lo mejor estaba por llegar, porque dicen que después de la tormenta viene la calma,
y tú fuiste la mayor tempestad que nunca antes había arrasado a mi corazón.

Y vino la calma, vino él.
Que no es solo la calma en sí,
me calma a mí,
y me ha hecho volver a creer.

En el amor no,
ya no creo en el amor,
pero creo en él,
y créeme que eso es mucho mejor.

Y aunque nunca vayas a leer esto, te escribo.
Porque doliste, y en realidad,
a veces,
aún dueles.

Pero alguien me calma,
y ese alguien es la clase de ser imperfecto que cree en el destino y en mi, como si fueramos lo mismo.
Y a veces,
creo que lo somos.
Pero al revés, como si me mirara al espejo y viera algo que no soy.
Pero tampoco dejo de serlo, como si esa parte de mi fuera la que él crea cuando me quiere,
como si las cosas pudieran ser para siempre.

Él es,
en parte,
en lo que queda,
en lo que falta
y en lo que sobra,
es y será,
la primera letra del abecedario,
o la última.

Es esa canción que se te queda en la cabeza,
ese número de la suerte,
o un martes trece;
él es la consecuencia,
el antecedente,
y el punto y seguido del final feliz.

Así que aquí te escribo, para que sepas que como me dijiste que nunca encontraría a alguien como tú, te lo confirmo.

Porque no es como tú, es mucho mejor.